Los Primeros Años
El jazz no debía ser analizado; tenía que aceptarse como un símbolo norteamericano, como el símbolo norteamericano, y lo que simboliza era inconfundible.
Al jazz le cuesta un poco salir. No es el estereotipo de música que llevan escuchando hasta ahora, por lo que a la gente le cuesta acostumbrarse.
Paul Roselfeld, muestra la típica actitud de represión al Jazz, quien en 1924 escribe “La música norteamericana no es jazz. El jazz no es música. El jazz continúa siendo un sorprendente producto indígena, pequeño caos popular de sonidos, la contraparte de otros acontecimientos nacionales. Lo que es música es la obra representativa, digamos Bach, Beethoven, Mozart, Wagner y Brahms, constituye primordialmente lo que el jazz no es desde su principio: el producto del tratamiento fervoroso del medio sonoro”
A pesar del camino difícil que tenían que recorrer, los músicos del jazz se abren puertas, partiendo en Nueva Orleans. En 1906 surge el “Big Noise” traído por Buddy Bolden, quien puede ser considerado el primer músico del jazz. Ahí vemos como la música se personaliza, y ya no tiene una línea propia. Las características del jazz, como la improvisación de a poco se empiezan a vislumbrar.
También surgen personajes como Jelly Roll Morton, pianista y Sidney Bechet, poeta de la música norteamericana que tocaba como pasatiempos y no como trabajo.
Antes, el compositor le decía al músico que hacer, ahora el músico puede cantar y tocar según lo que él quiera sin necesidad de un compositor aparte.
Sale de Nueva Orleáns, pero a nadie se le ocurre grabarlo, era sólo música en vivo.
